Y los resultados llegarán…

El chico de 12 años se acercó para preguntar si sería capaz de salir adelante en la vida dedicándose a cultivar y desarrollar sus talentos.

Respondí que nadie podría saberlo, que la única opción era intentarlo.

Al día siguiente, recordé una frase que escuché en una charla -creo que a estudiantes universitarios- por parte de Roberto Canessa, uno de los 16 supervivientes que -junto a los 29 que fallecieron- vivieron el accidente recordado como la tragedia y también -en otras ocasiones- como el milagro de los Andes; ahora recordada por el estreno de la película de J. A. Bayona, “La sociedad de la nieve”.

Junto con Nando Parrado fueron elegidos para salir a buscar ayuda a través de las montañas andinas sin saber su posición, con un rumbo equivocado, casi a ciegas, además de desnutridos y escasamente abrigados.

Canessa contaba cómo -aunque cansado hasta la extenuación- continuaba decidido a seguir un paso más. Otro paso más. Incluso, si ya no pudiera caminar, pensaba, estaba decidido a seguir avanzando aunque fuera arrastrándose, hasta que no le quedara el más mínimo ápice de fuerza.

Y añadió ante los jóvenes que le escuchaban:

“Siempre sigue adelante.

Siempre da un paso más.

«Y los resultados llegarán…

… o no.”

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