¿Podría haber imaginado una noticia más adecuada para inaugurar esta bitácora?
La Economía Azul (www.blueeconomy.de) es el movimiento planetario -impulsado por Gunter Pauli, fundador de ZERI- que pretende dar respuesta a las necesidades de todos con los recursos disponibles creando una nueva economía que utiliza los recursos disponibles en sistemas de cascada, donde los desechos de un producto se convierten en materia prima para crear un nuevo flujo de ingresos. De esta forma se crean empleos, se genera capital social y aumentan los ingresos – y el medio ambiente, que es la base para nuestras vidas- no se daña ni se contamina más. Así podemos pasar de una economía donde lo bueno es caro y lo malo barato, hacia un sistema donde lo bueno e innovativo es asequible.
La meta del movimiento de La Economía Azul es: crear 100 millones de empleos sostenibles en 2020.
El proyecto Bosques Comestibles -en el que participamos desde ojo de agua y Urobia, Parque Ecológico– se basa en realizar plantaciones agroforestales intensivas financiadas con compensaciones voluntarias de emisiones que sirvan para difundir los principios básicos de funcionamiento de la vida y cómo aplicarlos en nuestras vidas personales de modo que nos inspiren para aprender a construir comunidades económica, ecológica y socialmente sostenibles, así como desarrollar procesos productivos «cero emisiones y cero contaminación». Bosques Comestibles ha sido seleccionado como una de las 100 innovaciones del mundo que pueden contribuir a lograr esa meta.
Puedes lograr una perspectiva global de estas 100 iniciativas en http://www.blueeconomy.biz/m/news/index/
Si lo deseas, puedes ver el informe concreto sobre Bosques Comestibles en http://ojodeagua.es/articulos/
El apoyo que una alianza de este calibre supone para el lanzamiento del proyecto Bosques Comestibles es simplemente impresionante.
El respaldo que supone para el proyecto educativo ojo de agua en el que trabajamos intensamente desde hace 14 años y que participa como proyecto piloto en Bosques Comestibles hace que nuestra posición antes las administraciones públicas resulte cada vez más sólida, nuestra credibilidad se multiplique y ampliemos nuestras opciones de un futuro mejor para todos.
En este momento tan emocionante de la vida quiero dar las gracias a mis padres, a mi familia (a Marién y a mis dos hijas), a mis colegas del proyecto Bosques Comestibles (Katty, Iván, José Carlos, Marcos, Víctor, Yeray) y a todos los amigos que están permitiendo con su participación que ojo de agua sea un sueño hecho realidad.
Cada vez soy más consciente de los beneficios del servicio y la entrega para lograr una vida plena.
Invadido por la felicidad, declaro inaugurada esta bitácora.
Javier Herrero