En la primavera de 2011, hace 7 años -cuando comenzaba a difundirse la alarma por el exterminio de las abejas a consecuencia de la aplicación masiva a lo largo de décadas de los químicos producidos y comercializados por la agroindustria, así como las drásticas consecuencias de su desaparición para todo el ecosistema, incluyendo a la especie humana- decidimos crear un entorno adecuado a las necesidades de las abejas, al igual que estábamos creando un entorno adecuado a las necesidades de niños y jóvenes, en ojo de agua.
Y, entonces, instalamos la estación polinizadora que os mostramos más abajo en colaboración con Salvador Andrés e hijo, de NIP forestal.
Tres años después, y viendo que la estación no llegaba a cumplir su objetivo de atraer enjambres de abeja, decidimos instalar una nueva estación -e incluso llegamos a trasladar a ella un enjambre que era peligroso en otra ubicación-, pero ese intento no cuajó.
Ahora, sin embargo, por sí mismas, las abejas han enjambrado en la colmena que les habíamos preparado, como podéis ver en este video de 10 segundos.
Estamos muy contentxs de que este enjambre de abejas haya decidido instalarse junto a nosotrxs. Así, nos enriquecemos juntos.
Hace 7 años, al tomar esta decisión, nos dimos cuenta de que ojo de agua ya no era un proyecto de educación antropocéntrica, sino una iniciativa de educación biocéntrica, ya no iban a ser los seres humanos el foco central de proyecto, sino la vida en su conjunto, incluyendo, cómo no, también a los seres humanos.
Hoy, también 7 años después, -¿será casualidad?- la campaña «Salvemos a las abejas», con 5.079.698 firmas (al momento en que esto escribimos) ha logrado «una prohibición total de los pesticidas que matan a las abejas en los 28 países de la Unión Europea».
SALVEMOS A LA ABEJAS. ¡GANAMOS!
Compartimos esta alegría con todxs.
Muchas gracias.