Inmersos en el exterminio planificado de los almendros, nos encontramos que los responsables políticos y técnicos creen -firme y honestamente- que la estrategia de erradicación (fumigar, triturar y volver a fumigar con veneno, 3,14 ha. por cada árbol detectado que albergue xylella) es adecuada y creen que podrán lograr parar a este «presunto» enemigo.
Por otra parte, los partidarios de la «contención» (lo mismo, pero triturando solo el árbol que ha dado positivo y no todos los que -presumiblemente- están sanos) creen -firme y honestamente- que deben envenenar todo el territorio necesario para eliminar al vector (el/los insecto/s que transportan la bacteria de planta a planta).
Las dos estrategias son ecocidas.
Necesitamos otra relación con el resto de seres vivos. Por eso, nos involucramos en Ojo de Sol, para impulsar el desarrollo de mentalidades abiertas, holísticas, integradas e interconectadas con el resto de organismos vivos del planeta en respeto y cooperación.
La semana pasada, invadido por un desasosegante insomnio, una persona muy cercana se levantó en medio de la noche oscura y comenzó a escribir lo que ha descrito como «el mensaje de un almendro».
Lo compartimos hoy por su honda sensibilidad y para haceros partícipes de la desesperanza que nos invade. Gracias por vuestra atención. Cualquier sugerencia y ayuda es bienvenida.