Vivir de corazón en un mundo descorazonador

En estos últimos días, hemos acabado la lectura del libro «Abrazar lo inabrazable. Vivir de corazón en un mundo descorazonador», de Pema Chödrön. A continuación, compartimos con todas/os vosotras/os algunas pinceladas de la sabiduría que hemos encontrado en él y que, quzá, puedan resultar apropiadas para estos días.

«El hecho de permitirnos ser conscientes o no conlleva enormes implicaciones, no solo para nosotros mismos, sino para toda la sociedad.»

«Lo que cada vez está más claro es que tu trabajo interno tiene un profundo efecto en cómo percibes el  mundo externo. Por eso, debemos prestar atención a la forma en que etiquetamos las cosas.»

«Cuando nosotros como individuos, incrementamos nuestra resiliencia -somos más conscientes y no perdemos la esperanza-, también somos más capaces de mantenernos fuertes ante las condiciones más desafiantes a largo plazo.»

«La manera de no perder la esperanza es darse cuenta de que todo lo que hacemos -por pequeño que sea- es importante.»

«Igual que se necesitan muchas gotas diminutas para llenar un cubo de agua, también se necesitan muchas personas que -como yo- guarden rencor contra otras para crear una sociedad polarizada. De verdad, no quiero ser una de esas gotas.»

«Si un número suficiente de personas tiene confianza en la bondad básica y en la capacidad de tirar de nosotros mismos y estar ahí para los demás; entonces, cuando lleguen los desafíos grandes, en lugar de hundirse, la sociedad se hará más fuerte.»

«Cuantos más de nosotros aprendemos a confiar en la bondad básica, más fuerte se volverá la sociedad. Esto no significa que no vendrán momentos complicados. No significa que la violencia, la injusticia y la pobreza llegarán a su fin. Esto no significa que los casquetes polares no se derretirán y que no aumentará el nivel de agua de los océanos. Pero sí significa que habrá muchas personas resilientes que nunca se darán por vencidas con la humanidad y que siempre estarán cerca para ayudar a los demás. Significa que cuando las cosas se pongan difíciles, eso sacará lo mejor de las personas en lugar de lo peor. si aprendemos a no perder la esperanza, siempre encontraremos maneras de contribuir de manera importante a nuestro mundo.»

«Cuanto más dispuesto estés a salir de tu zona de confort, más cómodo te sentirás en tu vida. Más fácil te resultará relajarte en las situaciones que solían despertar en ti miedo y repulsión.»

«Podemos trabajar con lo desagradable a menor intensidad. Podemos usar algo pequeño, como la decepción, algo incómodo que normalmente provocara una reacción pero que no sea abrumador (…) empiezas a hacerte amigo de tu propio dolor y a desarrollar empatía por la condición humana. Aunque trabajes con un sufrimiento relativamente menor, estás construyendo la fuerza y la capacidad para manejar algo más grande. Si lo sigues haciendo, te darás cuenta de que en la gran adversidad, esa fuerza estará disponible para ti.»

«Cuando perdemos la esperanza (…) uno de los mejores antídotos es poner las cosas en un contexto más amplio.»

«La idea es valorar estos momentos como vislumbres de una verdad mayor que se esconde detrás de nuestro proceso habitual de etiquetado. Si seguimos buscando y aprovechando estas oportunidades nuestro sistema nervioso aumentará su capacidad para mantener  la incertidumbre, la ambigüedad y la inseguridad.»

«Si queremos llegar a ser seres humanos plenamente despiertos, tenemos que aprender a no rehuir ni rechazar ninguna experiencia humana.»

«Trungpa Rimpoché tenía un fuerte sentido intuitivo del futuro y lo que veía no era nada agradable: desastres naturales, crisis económicas, creciente malestar físico y mental. Sabía que esto podía sacar lo peor y lo mejor de las personas. Algunas debido a su temor legítimo de no tener lo suficiente o de perder lo que tenían, se volverían mezquinas y egoístas, pero también habría quienes podrían estar a la altura de las circunstancias y ayudar a otros a superar la adversidad. Dijo que nos correspondía a nosotros decidir de qué manera queríamos encontrar el futuro.»

«Podemos empezar a usar lo que surge en nuestra vida presente para prepararnos para el futuro (…) podemos entrenarnos para permanecer abiertos y compasivos en cualquier circunstancia difícil que encontremos.»

«La compasión no es un asunto religioso. Es importante saber que es un asunto humano. Es una cuestión de supervivencia humana.»

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