Por supuesto, que recomedamos visitar la exposición “Amazonía» del magnífico fotógrafo que es Sabastiao Salgado.
No solo por la majestuosidad de las apabullantes imágenes de gran formato del territorio salvaje más extenso y frondoso de La Tierra.
No solo por la emoción que produce esta gigantesca presencia y poder como demuestra la fotografía aérea de una tormenta que se asemeja a un gigantesco hongo nuclear.
No solo por apreciar el enorme desafío técnico que supone fotografiar un arco iris en blanco y negro y que, sin embargo, te conmueva profundamente.
Si recomendamos visitar la exposición es, sobre todo, por tener la oportunidad de escuchar las palabras de algunos de los seres humanos que lo habitan y lo han habitado durante miles de años.
Estas son civilizaciones que solemos despreciar por primitivas, de baja tecnología o acientíficas. Sin embargo, no nos cabe duda de que algo debemos aprender de la sabiduría de civilizaciones que, como éstas, han sido capaces de vivir y convivir con esta agreste naturaleza produciendo una mínima herida al planeta.
No reclamamos una vuelta a los orígenes. Tampoco una idealización romántica del indigenismo. Nuestra civilización no tiene marcha atrás. Sólo cabe evolución y aprendizaje.
¿De qué manera podemos aprender algo de estas civilizaciones hermanas que nos permita albergar esperanza para trascender el desastre de nuestra relación con lo no humano?
Debemos cambiar. Pero, ¿qué debe cambiar? ¿Es suficiente con cambiar nuestras acciones? Simplemente, por ejemplo, separar nuestros residuos, plantar más árboles o emitir menos dióxido de carbono…
———————-
Nuestra visión del mundo configura nuestras creencias.
Nuestras creencias configuran nuestros valores.
Nuestros valores configuran nuestras actitudes.
Nuestras actitudes configuran nuestras acciones.
En consecuencia, para lograr un cambio suficientemente profundo y coherente es necesario un cambio en nuestra cosmovisión.
“Si el bosque desaparece, desaparece nuestra medicina”, afirmaba un líder indígena en una de las grabaciones. Este es un buen ejemplo, aunque solo uno, de una cosmovisión que configura una mentalidad que, en caso de colapso, afirma Salgado, les permitirá sobrevivir.
“No podemos resolver un problema utilizando el mismo tipo de pensamiento que cuando lo creamos.” (Albert Einstein)