Notas sobre rEDUvolución

El niño se asomó entre la multitud que lo admiraba y exclamó: “¡Anda, pero si el Rey va desnudo!”

A continuación, comentamos algunas ideas entresacadas del libro de María Acaso, rEDUvolution. hacer la REVOLUCIÓN en la EDUCACIÓN, Paidós contextos, Barcelona. 

NOTA: Cada cita va entrecomillada y con el número de página al final de la misma.

  1. Afirmar que la educación es un simulacro es constatar que el Rey va desnudo. Un proceso de autoengaño que parece ya bastante común a día de hoy en la sociedades occidentales.
  • “Los procesos de educación en las aulas de occidente constituyen un auténtico simulacro, una representación donde el aprendizaje parece que sucede, pero no sucede en la realidad.” (138)
  • [necesitamos] “que la educación deje de ser un simulacro, una serie de falsas promesas, enfocadas realmente a la creación de un individuo incapaz de pensar por sí mismo, para transformarle en una fuerza de cambio poderosa.” (22)
  • “La obsesión por la certificación y lo académico han convertido los procesos de aprendizaje en verdaderos simulacros.” (4)
  • “La educación en la escuela es un simulacro (…) una copia sin original (…) una ficción (…) una fantasía.” (137)
  • “Lo formal, lo académico, lo certificable, han convertido a la educación en una simulación estereotipada.” (139)
  • “Los actos educativos conducen al (des)aprendizaje, no conducen a la generación de conocimiento sino a la certificación, no conducen al desarrollo intelectual, sino a a la bulimia.” (138)
  • “Estudiar no sirve para nada” (Roger Schanck) (146)

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  1. La ética y la epistemología son las dos ramas más importantes de la filosofía, declaraba hace poco un filósofo. La ética nos permite reflexionar y discernir sobre lo correcto y lo incorrecto. La epistemología indaga lo que podemos o no conocer y, en consecuencia, nos permite aprender cuáles son los límites de lo que podemos saber. Ambas tienen un presencia muy importante en un entorno de aprendizaje. La primera, orienta las relaciones; la segunda, el proceso de aprender. Profundamente anclada en el paradigma mecanicista, la educación tal como la hemos desarrollado en occidente necesita “reducirlo todo a un número. No deja de ser curioso que lo que se ha dado en denominar falsamente como “inteligencia artificial” trata en sus procesos más íntimos también de reducirlo todo a un número. Ambos procesos son simulacros.  Es imposible reducir la complejidad a un simple número.
  • “la rEDUvolución pretende evidenciar la imposibilidad de que podamos comprobar de forma casi exacta si hemos conseguido lo que queríamos.“ (39)
  • La principal causa de que el sistema educativo esté enfermo es que tenemos una educación basada en la evaluación  (…) cuya principal meta es la certificación, la legitimación de lo memorizado por parte del estado, un proceso que muy poco o nada tiene que ver con la creación de conocimiento.” (188)
  • [Vivimos en] “una sociedad obsesionada por medir procesos incuantificables.” (188)
  • “Evaluar, y su principal herramienta, calificar, consiste en representar numéricamente lo que consideramos que ha aprendido un estudiante con el objetivo de legitimar su paso de un nivel a otro (…) es decir, la evaluación es una prolongación de los sistemas de legitimación del estado en la educación: su existencia realmente no tiene que ver con el aprendizaje, tiene que ver con (…) establecer comparaciones y organizar las clases sociales sirviéndose para ello de la escuela, la universidad y otras instituciones pedagógicas.» (190)
  • “Si evaluar es imposible, no debería ser importante.” (190)
  • “Si aprender es una experiencia subjetiva en la que el inconsciente tiene mucho que ver. ¿cómo podemos saber lo que ha aprendido alguien? Es más, ¿cómo podemos saber lo que hemos aprendido nosotros mismos?“ (190)
  • “El aprendizaje es una producción cultural inacabada (…) algo inaprehensible, que nos empeñamos una y otra vez en aprehender.” (191)
  • “¿Podemos representar realmente mediante un número todo aquello que sucede durante mucho o poco tiempo, todo aquello que pretende transformar a una persona, todo aquello que pretende producir un cambio? ¿Es posible mediante una cifra condensar la experiencia de aprendizaje? Yo, sinceramente, creo que es imposible. Si aprender es algo incorpóreo e inacabado, ¿cómo podemos evaluarlo? Aceptémoslo: evaluar, tal y como lo entendemos en los contextos educativos formales, es posible porque la evaluación es una proceso subjetivo.” (191)
  • “Tenemos que aceptar el carácter completamente subjetivo de la evaluación, como ocurre en la mayoría de la prácticas humanas, es absolutamente imposible ser neutrales, ser imparciales.” (192)
  • “Evaluar no resulta central porque el aprendizaje sucede de manera natural, automática, sin necesidad de premios, de resultados, sin explicar las consecuencias.” (194)
  • “¿Por qué solo utilizamos números y letras como sistemas de representación de lo aprendido? ¿Por qué no utilizamos otros lenguajes?
  • Representación cuantitativa sobre todo (…) porque la pedagogía quedado impregnada por lo científico, por la verdad académica, por un pretendido objetivismo que hemos descubierto como imposible.” (202)
  • “Lo aparentemente científico y objetivo se ha considerado como lo más justo en detrimento de otros lenguajes con los que sería más adecuado representar algo tan orgánico, informe e irrepresentable como es el aprendizaje.” (204)
  • “La evaluación tiene mucho que ver con la generación de documentos (…) nuestro curriculum vitae se justifica gracias a una enorme cantidad de papeles que nos dicen quienes somos, pero pero que no reflejan en absoluto ni lo que sabemos, ni lo que hemos aprendido (…) la evaluación solo sirve para engrasar el sistema laboral.” (188)

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  1. La diferencia entre humanos y máquinas es que éstas son sistemas cerrados: mecanismos cuyas relaciones son procesos lineales, previsibles, planificables y cuantifícales. Los humanos, por su parte, son sistemas abiertos: organismos cuyas relaciones son no lineales, imprevisibles, no planificables y no cuantificables. La educación, en cuanto que es un proceso humano es un proceso abierto, que requiere de apertura a lo imprevisible.
    Si encapsulamos los  procesos humanos a través de estructuras mecánicas, el resultado es… “deshumanización”.
  • “Si aceptamos que lo que los docentes enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden, programar por objetivos no tiene ningún sentido (…) porque (…) consiste en anclar nuestro trabajo en un paradigma que busca lo prefijado, el cierre de la tarea, lo concreto, lo repetitivo (…) impedir que lo inesperado y la sorpresa entren en el aula.” (39)
  • “La mayoría de los currículos son mentira (…) son construcciones mediadas (…) negar la posibilidad de la pedagogía como certeza.” (52)
  • “Dejar de lado el suspenso y céntranos en el suspense.” (142)
  • “Debemos recuperar lo inesperado. La pedagogía es una disciplina que pretende ser predecible y por eso está obsesionada por los objetivos (…) queremos sentirnos seguros (…) que nada se escape de nuestras manos. Para lograr esa sensación de calma total, anulamos todo aquello que es excitante, estimulante, efervescente (…y…) lo predecible se instala en nuestra cotidianidad.” (146)
  • “Tenemos que aceptar que la pedagogía es una práctica cultural inacabada y que al estar proyectada hacia el futuro, no puede ni debe ser predicha.” (148)

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  1. ¿En qué medida nuestra práctica educativa contribuye a la que quizá sea la más alta meta de la educación? 
  • “El centro de la rEDUvolución: que los estudiantes que comparten con nosotros la experiencia del aprendizaje, aprendan a sospechar, a ser ciudadanos y ciudadanas críticos, que se cuestionen lo que les rodea, desde la marquesina del autobús, hasta el discurso del presentador del telediario y, desde luego, -y esto es de suma importancia- el discurso del profesor. Pararte a pensar y analizar son los primeros pasos para desarrollar un pensamiento propio, para convertir en creadores activos y dejar de ser consumidores pasivos. Desarrollar una visión crítica de la vida nos convierte en individuos libres, que quizá debiera ser el fin último de todo acto educativo.» (55)

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  1. Una cuestión importante quizá sea preguntarnos por qué diseñamos un sistema basado en el miedo.
  • “El sistema que tenemos para cambiar el miedo, no es otro que su opuesto: el placer (…) pero no un placer cualquiera, un placer provocador, que nos hace repensar la información que se muestra ante nosotros. Y nos invita a transformarla. Un placer resultado de la pasión por conocer.” (141)
  • “Premio siempre al que no tiene miedo.” (206)
  • “Cuando la motivación existe, cuando el simulacro desaparece y los estudiantes realmente aprenden, la evaluación se descentran, no tiene importancia, se diluye.” (194)
  • “Si algo bueno tiene hacer cosas distintas es que siempre generas reflexión.“ (206)

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